Disfunciones Sexuales
Dolor o molestia en las relaciones sexuales
La disfunción sexual es la dificultad que aparece en cualquier etapa del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que impide el disfrute de la actividad sexual. Pueden manifestarse al comienzo de la vida sexual o desarrollarse más adelante. Algunas aparecen poco a poco en el tiempo y otras pueden aparecer de golpe como incapacidad total o parcial para disfrutar del acto sexual.
Entre las causas de dolor o molestia en las relaciones sexuales podemos encontrar patologías del sistema nervioso, intervenciones quirúrgicas como la histerectomía o cualquier intervención pélvica o abdominal, tratamientos farmacológicos como los antidepresivos, radioterapia pélvica o abdominal, cicatrices perineales después del parto, etc. Pero independientemente de la causa, el dolor es el principal causante de las disfunciones sexuales.
La fisioterapia del suelo pélvico ayuda de manera muy importante a las disfunciones sexuales sobre todo cuando hay una causa física (cicatriz, hipertonía, posparto…)
En la clasificación de las disfunciones sexuales podemos encontrar el vaginismo y la dispareunia. La diferencia entre vaginismo y dispareunia es que las mujeres con vaginismo no pueden tener relaciones sexuales con penetración y las mujeres que sufren dispareunia sí que pueden pero con dolor. La dispareunia prolongada en el tiempo puede dar lugar a un vaginismo secundario.
Dispareunia
La dispareunia es un dolor persistente que aparece en los intentos o la realización de la penetración vaginal o 24 horas después de esta en la entrada de la vagina o en el fondo del útero. Las mujeres que lo sufren lo suelen describir como sensación de quemazón o irritación.
La aparición del dolor en la dispareunia puede ser superficial (en la entrada de la vagina) o profundo (dolor en el fondo de la vagina que suele aparecer durante los movimientos coitales).
Este dolor que aparece en la región vaginal provoca una contracción involuntaria de la musculatura perineal a pesar de sentir deseo sexual y puede llegar a imposibilitar el coito.
La dispareunia puede aparecer por diferentes causas:
- Orgánicas: infecciones genitales (vulvo-vaginales), cambios hormonales que provocan sequedad, tratamientos farmacológicos (antidepresivos), inflamaciones, quistes, menopausia, endometriosis, etc.
- Funcionales: cicatrices, contracturas musculares, congestión pélvica, etc.
- Psicológicas: disminución del deseo sexual, falta de autoestima, etc.
Tratamiento
Si en la dispareunia existe causa psicológica u orgánica en primer lugar hay que ir al especialista que corresponda para resolver el problema.
En cambio, si la causa es funcional el tratamiento lo realizamos trabajando la cicatriz o el músculo para mejorar su tono y su elasticidad y así romper las adherencias, si las hay.
Es en la dispareunia funcional cuando la fisioterapia tiene más éxito.
Vaginismo
El vaginismo es la imposibilidad de mantener relaciones sexuales con penetración debido a un espasmo muscular involuntario de la musculatura superficial del suelo pélvico de la mujer. Cuando la contractura muscular o el espasmo no son tan severos y permiten la penetración aunque sea con dolor hablamos de pseudo vaginismo. La mujer describe este dolor como quemazón o ardor.
Así como de otros problemas se habla más abiertamente el vaginismo es un problema que sufren muchas mujeres, que limita mucho su vida sexual y del que no se habla.
El vaginismo puede ser:
- Primario: el vaginismo aparece desde el primer coito y, muchas veces también refiere imposibilidad o dolor al introducir un tampón.
- Secundario: el vaginismo aparece de repente después de haber tenido relaciones con penetración sin dolor.
Las causas del vaginismo primario son de origen psicológica (educación sexual muy restrictiva, miedos, tabúes, etc). En cambio, en el vaginismo secundario las causas pueden ser muy variadas y se suele derivar de un problema orgánico de larga evolución asociado a un factor psicológico.
Tratamiento
En Centre Oliva Gorgori le podemos ayudar cuando la causa es muscular. Solucionamos el problema consiguiendo una disminución progresiva del espasmo y una desensibilización de la musculatura vaginal consiguiendo una disminución del tono muscular.
Conseguimos un buen restablecimiento del tono y de la musculatura del suelo pélvico mejorando la sensibilidad y optimizando las relaciones sexuales siempre que el origen del vaginismo será muscular.