Importancia de realizar el masaje perineal prenatal para prevenir el traumatismo perineal durante el parto.

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Autor: centreolivagorgori Publicado el: 13 Marzo 2017 Categoría: General

La mayoría de las mujeres quiere dar a luz sin desgarros perineales, cortes ni suturas, porque normalmente estos son los que suelen causar dolor y malestar posterior, además de repercutir de forma negativa en el funcionamiento sexual. Se ha demostrado la eficacia del masaje perineal para prevenir y reducir la incidencia de las episiotomías y los desgarros (traumatismo perineal) al igual como la probabilidad de dolor perineal a los 3 meses después del parto. Incluso en un segundo parto la realización de este permite trabajar el tejido y si ha habido una cicatriz anterior ayudar a prevenir que ese tejido vuelva a romperse.

El masaje perineal digital prenatal es un masaje que se aplica a nivel vaginal alrededor de la semana 32 para poder tener tiempo de flexibilizar todos los músculos. Se lo puede aplicar la propia embarazada con su dedo pulgar o si lo aplica la pareja lo haría con los dedos índice y medio. La ventaja de que lo haga una persona externa (la pareja) permite llegar a los músculos más profundos y así asegurarnos de que hemos normalizando el tono de todos los músculos del suelo pélvico. Aun así la realización de este no asegura al 100% que no vayamos a sufrir un traumatismo perineal. Durante las primeras semanas de aplicación suele ser incomodo, desagradable e incluso produce sensación de dolor o ardor, pero estos síntomas suelen desaparecer durante la segunda o tercera semana de su aplicación. Al principio es aconsejable realizarlo unos 5-10 minutos diarios hasta conseguir que no sea molesto.

Si a pesar de haber realizado el masaje hemos sufrido un traumatismo perineal tendremos como resultado una cicatriz perineal. Las cicatrices perineales, sean debidas a una causa u otra pueden provocar un mal funcionamiento muscular de la zona provocando así adherencias, alteraciones de la sensibilidad (tanto aumento como disminución), dolor agudo puntual o a distancia, dolor o molestia en las relaciones sexuales, etc. Por lo tanto nos encontramos con un suelo pélvico que no realiza bien su función y además suele presentar molestias o dolor que muchas mujeres asumen como normal por haber pasado por un parto vaginal. Pero hay que saber que al igual que cualquier otra cicatriz en cualquier otra parte del cuerpo estas también se pueden tratar con estiramientos, masaje, dilatadores, etc, consiguiendo así trabajar el tejido y hacer que desaparezca la molestia o el dolor que la cicatriz está provocando. Por ello es importante realizar una valoración funcional del suelo pélvico tras el parto con un fisioterapeuta especializado que pautará el tratamiento indicado. Trabajando la zona podremos recuperar la elasticidad a los tejidos y volver a tener una buena calidad de vida sin molestias perineales y con unas buenas relaciones sexuales sin dolor.

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